“No se puede vivir del amor”. Esa es la frase que repite constantemente Andrés Calamaro en una de sus canciones más conocidas. El argentino transmite la idea de que los sentimientos no valen a la hora de sobrevivir y esa es la filosofía que debe seguir el Grupo Pinta.
Si nos fijamos en el aspecto materialista, hacer un gran partido ante el Barça y perder, sirve más bien de poco. Las victorias morales son el consuelo de los que terminan descendiendo. La actuación del equipo en la Ciudad Condal fue magnífica pero el casillero de puntos no refleja esa circunstancia. Ni Calamaro puede vivir del amor, ni el Grupo Pinta de sensaciones positivas.
Los jugadores naranjas son conscientes de ello y quieren obtener el máximo rendimiento posible al partido de la jornada pasada. Saben que si dan el nivel mostrado hace siete días, ganarán con comodidad. Además, uno de los males endémicos del equipo, la capacidad anotadora, quedó enterrado en Barcelona. Las expectativas no pueden ser mejores.
Los pupilos de Juan Escudero deben certificar esas esperanzas con una victoria ante el Escubal Badajoz en el Vicente Trueba. Un equipo de la zona baja de la tabla, que no sabe lo que es ganar lejos de su cancha. Los pacenses conformaron la plantilla a última hora y están pagando las prisas en el arranque liguero.
Para medirse al conjunto extremeño, Juan Escudero recupera a Joaquín Marcos. El lateral santanderino no pudo viajar con el equipo en la jornada pasada debido a una bronquitis. Afortunadamente, ya está totalmente recuperado y podrá vestirse de corto. El que deberá esperar para regresar a la pista es Alberto Pérez. El esguince de tobillo que se hizo en el encuentro ante Pozoblanco todavía no está curado. La inflamación persiste y los dolores también. Por su parte, Álvaro Polo, aunque jugará seguro, continúa arrastrando problemas tanto en la mano como en la rodilla.
El partido comenzará a las 19:00 hora y lo dirigirán los hermanos Sergio y Francisco José Gallardo, del comité andaluz.