Hay veces que prefiere observar en silencio. Otras en las que grita como el que más. Existen ocasiones en las que apoya de lejos, en las que sufre o en las ríe. No tiene problemas para convertirse en el hombro sobre el que descargar las penas ni tampoco en ser el primero en venir a abrazarte. Pero sobre todo empuja cuando las cosas se complican de verdad. Pase lo que pase, la familia siempre está ahí.
Ahora, con ocho jornadas por delante y el equipo inmerso en la pelea por eludir la promoción de descenso, el BM Torrelavega necesita el aliento de todos sus familiares. Padres, madres, hijos, los primos del pueblo, cuñados, tíos o abuelas. Cada voz de ánimo será fundamental. Sobre todo, en los cuatro partidos que restan por disputarse en el Vicente Trueba. Para que cuadren las cuentas, ante la familia no se puede fallar. Más aún, cuando los rivales directos encaran compromisos en los que previsiblemente van a sumar los dos puntos.
La primera de las cuatro reuniones de la familia naranja será el sábado, a partir de las 18:30 horas, con el BM Antequera como adversario. La plantilla ha preparado a conciencia el encuentro ante el equipo andaluz. José Carlos Hernández cada vez está más integrado en la dinámica del equipo y el grupo está con la moral alta. Saben que si agilizan la circulación de balón y son un poco más pacientes a la hora de lanzar a portería pueden ganar a cualquier adversario. Por mucho que éste cuente con jugadores como Xavi Bertos, Alexis Rodríguez o el portero Jorge Villamarín.
Jacob Melián, con la cabeza del radio fracturada, será la única ausencia en una mesa en la que se esperan muchos comensales. Los primos pequeños del Club también están invitados a un evento que dirigirán Marcos Pérez y Vanesa Pérez, del colegio de árbitros gallego.