Después de dos partidos consecutivos lejos de su cancha, el Balonmano Torrelavega regresa al Vicente Trueba con un único objetivo: traducir las buenas sensaciones en puntos. Los de Diego Soto reciben al BM Pozoblanco en un partido llamado a marcar el devenir de la temporada naranja. Ganar significa involucrar a los andaluces en la pelea por eludir la promoción de descenso. Caer por tercera vez consecutiva es decir adiós a un rival directo. Suena a tópico pero en este encuentro, los cántabros se juegan algo más que dos puntos.
Pese a la relevancia del choque, la plantilla naranja está relativamente tranquila. Tanto en Chapela como en Barcelona, el equipo dio la cara y en ambas citas hubo opciones claras para conseguir la victoria. Cuerpo técnico y jugadores están convencidos de que partidos así, de esos que se resuelven en el último suspiro, jamás se les escaparían con el aliento de sus aficionados. Enfrente estará un BM Pozoblanco que llega a Torrelavega inmerso en la mejor racha de la presente campaña. Los de Moriana han logrado 8 de los últimos 10 puntos.
Por eso, el club ha realizado un llamamiento a la afición naranja para que acuda en masa al Vicente Trueba el próximo sábado. Para poder disfrutar del partido tan solo será necesario acudir disfrazado al pabellón. Todos los que decidan celebrar el Carnaval con la familia del Balonmano Torrelavega entrarán gratis.
En lo estrictamente deportivo, Diego Soto tiene una baja de última hora. En el entrenamiento del miércoles, Jacob Melián se fracturó parcialmente el radio. Un contratiempo que deja al portero canario durante seis semanas en el dique seco. La parte positiva la aporta José Carlos Hernández. Tan solo ha entrenado un día con sus nuevos compañeros pero la última incorporación “naranja” se vestirá de corto.
El choque arranca a las 18:30 horas y lo dirigirán los colegiados Jesús Álvarez y José Carlos Friera, del colegio asturiano.