El Balonmano Torrelavega pagó con la derrota la irregularidad mostrada ante el Real Grupo de Cultura Covadonga. Los de Soto alternaron momentos de buen juego con otros más oscuros que terminaron condenando al equipo a una derrota justa ante un rival que supo nada mejor en las circunstancias del partido. El cancerbero Jorge Martínez resultó un muro infranqueable para un BM Torrelavega que siempre fue a remolque en el marcador.
Las imprecisiones se apoderaron del partido desde el inicio. Ni unos ni otros combinaban con fluidez y a todos les costaba encontrar situaciones francas de lanzamiento. A todos menos a Miguel Paraja. El lateral se desmarcó con dos lanzamientos, uno a la escuadra y otro a ras de suelo, ante los que nada pudo hacer Salvarrey. La situación pintaba fea para un Balonmano Torrelavega que no terminaba de entrar en el partido. Un nuevo tanto, este de Alex Racero, terminó con la paciencia de Soto.
Tras el tiempo muerto, comenzó a crecer la figura de Jorge Martínez. Con los asturianos en inferioridad, el portero desbarató un lanzamiento de Ramiro Merino a bocajarro. Los cántabros necesitaron 7 minutos para hacer el primer tanto. Un dato sintomático de que algo no funcionaba bien. Ese oasis en la sequía goleadora que no bastó para derribar al gigante Martínez. Y es que sin anotar es imposible mantenerse en partido. Sin hacer grandes cosas, los gijoneses se encontraron con cinco goles de margen en los diez minutos iniciales.
El atasco ofensivo local era notable. Como muestra, valgan las cuatro faltas en ataque provocadas por la defensa asturiana en el primer cuarto de hora. Superado el minuto 15, el Balonmano Torrelavega dio los primeros síntomas de vida. Edu Fernández primero y Alberto Pérez después situaron a los naranjas a tan solo dos, 5 – 7. El choque seguía sin tener lustre pero los de casa ya sabían que para tener opciones de vencer debían pelear en el barro. Un nuevo tanto de Edu Fernández desde el costado provocaba el primer tiempo muerto gijonés.
El partido se había equilibrado. Mandaban los visitantes pero los naranjas estaban ahí. En parte porque ninguno de los dos contendientes era capaz de jugar con cierta regularidad. Un cañonazo abajo de José Carlos Hernández igualaba el tanteador a 9 a falta de cuatro minutos para el descanso. El choque comenzaba de nuevo. En el tramo final del primer acto, se produjo un intercambio de goles que se cerró con un tanto de Miguel Paraja a un segundo para el final.
El paso por vestuarios no sentó excesivamente bien al equipo de casa. Los naranjas regresaron al parqué sin la intensidad necesaria para competir contra un adversario curtido en mil batallas. Los visitantes olieron el despiste local y en un abrir y cerrar de ojos pusieron cinco tantos de por medio. Un parcial de 1 – 5 que provocó el tiempo muerto de Soto.
Los hermanos Paraja y Jorge Martínez eran una pesadilla para los cántabros que no lograban ni defender el juego asturiano con su pivote ni ver puerta con regularidad. Los fantasmas de la primera parte sobrevolaban peligrosamente el banquillo local. Sergio Rodríguez primero y Dalmau Huix trataban de achicar agua pero sus goles no eran suficientes para que el Balonmano Torrelavega regresara al partido. Sobre todo porque Grupo Covadonga anotaba con suma facilidad y cada vez estaba más lejos. El segundo tiempo muerto de Soto llegó con un preocupante 13 – 20 en el electrónico.
El parcial asturiano crecía como la espuma sin que las indicaciones del técnico leonés bastasen para romper la dinámica del choque. En parte porque Martínez parecía haber sellado su portería con silicona. Un gol desde su pista de Edu Fernández y una pena máxima transformada por José Carlos Hernández resucitaban la esperanza naranja, 15 – 20. Mas aún cuando Dalmau Huix fabricaba dos goles de la nada y obligaba a Villaldea a llamar la atención de los suyos.
Con la zaga naranja en 5 – 1 y Nico Colunga como avanzado, los de Soto lograron cortocircuitar la ofensiva asturiana. José Carlos Hernández acercaba a los suyos a tres y el Trueba comenzaba a soñar con un remontada épica. Quedaban 12 minutos y Nico Colunga desataba la euforia al fusilar a Martínez en una contra. Alex Racero alimentaba la resistencia visitante pero la iniciativa en el juego había cambiado de bando. La disposición defensiva local se le atragantó sobremanera a los foráneos que sufrían de lo lindo para superar a Murillo Santana. En la otra parte de la pista, Hernández había encontrado la fórmula mágica hacia la portería. Dos seguidos del extremo, uno de rosca y otro de vaselina, comprimían el marcador, 22 – 23.
Se avecinaba otro final intenso en el Trueba pero Racero, Prendes y González enterraron la ilusión naranja. Dos minutos de desbarajuste que mandaban a un combativo BM Torrelavega a la lona sin tiempo para reaccionar. Así, tras un par de tantos intrascendentes para el signo del choque, llegó la segunda derrota de los torrelaveguenses en liga.
FICHA TÉCNICA
Balonmano Torrelavega. Murillo Santana, Pablo Salvarrey; Edu Fernández (4), Vicente Benito (1), Pepe Oliver (1), Saúl Campo (), Genio González (1), Dalmau Huix (4), Alberto Pérez (1), Sergio Rodríguez (2), Ramiro Merino, Marcos Dorado (1), José Carlos Hernández (7), Alan Villalobos y Nico Colunga (2).
RGC Covadonga. Jorge Martínez, Adrián Díaz; Pablo Álvarez (4), Samuel Pérez (2), Miguel Paraja (4), Diego Fernández (1), Carlos Rodríguez Prendes (5), Alejandro González Racero (4), Ángel Paraja (4), Alexis Fernández (3), Jesús Canal, Diego González y Marcos Méndez.
Parciales
0 – 2, 1 – 6, 3 – 7, 5 – 8, 8 – 9, 11 – 12 descanso
12 – 15, 13 – 19, 15 – 21, 19 – 21, 22 – 23, 24 – 27 final
Árbitros Alfredo Arcos Adeva y Oscar García Camino, del C.A. de Madrid.