Con un calor imponente y alrededor de 200 personas en las gradas del Vicente Trueba, el Grupo Pinta disputó su primer amistoso del verano ante el BM Barakaldo. El conjunto vasco fue una buena piedra de toque para calibrar el trabajo realizado hasta la fecha por los torrelaveguense. Con un adversario competitivo, sabiendo que el equipo ha comenzado a entrenar hace ocho días y teniendo en cuenta las bajas, los cántabros superaron el examen con nota.
El choque comenzó con el equipo de casa defendiendo 5 – 1 con Ángel como avanzado. Los naranjas mantuvieron esa disposición defensiva durante los quince minutos iniciales. Luego fueron alternando esa defensa con el tradicional 6 – 0. Además, Juan Escudero aprovechó la ocasión para ir ensayando variantes y observar de cerca a sus nuevos jugadores. Ruben Natividad arrancó como extremo derecho con Jose Miguel González relevándole a los pocos minutos. Todos los jugadores del filial que están realizando la pretemporada con el primer equipo tuvieron sus minutos de juego. Las bajas de Adolfo Gómez por lesión y de Jorge Pérez por motivos personales brindaron una oportunidad magnífica a Carlos Collado. El joven meta torrelaveguense dejó muy buenas sensaciones bajo los palos y demostró que la inagotable cantera del club también genera buenos cancerberos. Tres cuartos de lo mismo pasó con el portero rival. Rogelio Llamazares se convirtió en un muro durante el primer acto. Sus intervenciones bastaron para mantener al Barakaldo por delante en el marcador.
Con Alberto Pérez, Abel Lamadrid y Álvaro Polo en la cancha, el equipo de casa ganó enteros en la parcela defensiva. Sin embargo, Llamazares y los postes tiraban por tierra todo el trabajo realizado atrás. Las caras nuevas del club, Calderón y Polo, rayaron a un buen nivel. Especialmente el malagueño que firmó varios goles de bella factura.
Al margen de las probaturas y los ensayos, el partido resultó entretenido e igualado. Como en todos los partidos veraniegos, se fallaron más lanzamientos de los habituales y se erraron más pases de lo normal pero el equipo compitió ante un rival de categoría superior. De hecho, los de casa supieron enjugar una ventaja de tres goles que había adquirido el equipo vizcaíno. Al descanso, se llegó con empate a 13.
La segunda mitad continuó por el mismo camino. Muchas pruebas, muchos cambios y un marcador parejo hasta el ecuador de este periodo. Collado se confirmó como el portero del futuro naranja y el juego del equipo dejó más que satisfechos a todos sus aficionados. Al final, los vascos lograron llevarse el choque con claridad. 26 a 31 fue el tanteador definitivo.
Resultado al margen, el Grupo Pinta demostró una dinámica de juego realmente buena para estas alturas de temporada. En poco más de una semana de trabajo, el equipo ha absorbido las ideas de Juan Escudero y se muestra como un conjunto versátil, fuerte y comprometido. Este inicio invita a soñar con una temporada mágica.