Seguimos Soñando. Esa es la frase elegida desde el Bathco BM Torrelavega para aunar el sentimiento que encarna su segundo año en la élite. Un sentimiento que, sin embargo, no se reduce solo al presente naranja. También a su pasado, al de su trabajo durante 20 años para llegar hasta aquí. Y al futuro, porque una vez en este punto, solo se puede pensar en, día a día, seguir dando pasos adelante.
Con esa mentalidad arranca este miércoles el “Año II” del escuadrón naranja en ASOBAL. Algo más de un mes de intensa preparación de cara al debut liguero el fin de semana del 3 de septiembre. Todo ello con 4 caras nuevas que han levantado ilusiones en la hinchada naranja: Adrián Fernández, Dani Ramos, Oswaldo Maestro y Mikolaj Czaplinski.
Faltarán en este estreno Álex Mozas, presente con la selección juvenil y Dani Serrano, con permiso hasta el día 1 tras su reciente triunfo en el Europeo Junior. A los mandos de la nave se pondrán Javi Campo y Nacho Torrescusa, pieza fundamental en estas semanas desde su parcela de preparación física.
Torrescusa divide este mes en “3 fases que se van solapando entre ellas”. La toma de contacto es la fase inicial, un momento de “introducir nuestra metodología, asentar hábitos para todo el año y aumentar progresivamente la carga de trabajo”. En esta fase, “el trabajo de pista es genérico y priorizamos el control del volumen e intensidad del trabajo”.
Una fase con poco balonmano al uso, pero fundamental en el devenir de la temporada. No en vano, el condicionamiento físico ha sido una de las áreas más destacadas del equipo naranja en las últimas temporadas. En la segunda fase llegarían los partidos amistosos, hasta 7 en total. En este punto, “vamos concretando el aspecto técnico-táctico y nos acercamos a lo que será el trabajo diario durante el año”.
Un trabajo diario que prácticamente queda definido en la última fase. “En la fase final, el volumen y la estructura de trabajo es muy similar al resto de la temporada, a falta solo de la competición oficial”. En total, e incluyendo la primera semana de competición, casi 40 sesiones de preparación para llegar en un estado de forma óptimo a la primera jornada liguera.
Un número de sesiones que, como apunta Torrescusa, no se quedan en esas. “En realidad, las pretemporadas empiezan en junio. Durante el verano, los jugadores reciben un trabajo individualizado en el que aprovechamos para incidir en aquellos aspectos que consideramos oportunos”. Y es que, como bien claro deja Nacho, el balonmano tal vez pare, pero #TheOrangeSquad no.