Antes de su sensacional encuentro del pasado fin de semana contra el BM Alcobendas, el Bathco BM Torrelavega venía de recorrer toda una odisea por la geografía española. Tres desplazamientos consecutivos, con casi 1500 kilómetros de carretera acumlados en los que el escuadrón naranja conquistó Madrid y Trapagarán y firmaron tablas en Zarautz.
Una vez de vuelta en casa, la defensa del Vicente Trueba parece tener tintes mitológicos. Con la caída de los madrileños, ya son tres los líderes que han sucumbido en tierras cántabras ante #TheOrangeSquad. Álex Mozas se ha convertido en una suerte de “Corocotta” de adopción que ha sabido recoger y mejorar el testigo de sus predecesores. Pero Corocotta nunca luchaba solo. Como buen líder, siempre lo hizo rodeado de algunos de los más valientes escuderos de la Cantabria primigenia.
Nacho Torrescusa, Alberto Pérez y Javi Campo conforman la guardia de honor del estratega que dirige el banquillo naranja. Uno de esos escuderos es Javi Campo, ayudante de Mozas y encargado de la preparación de los porteros. Una figura que adquiere especial relevancia tras una serie de partidos en los que tanto Marco Krimer como Murillo Araújo han sido dos de los MVP del equipo.
Al hablar del equipo, Javi no puede esconder la “ilusión” que hay en el día a día. “Llega un día de entrenamiento voluntario y está aquí todo el equipo” afirma Campo como muestra del compromiso de la plantilla. Una implicación vital para el momento clave en que se encuentra el equipo. Si los cántabros logran vencer también al BM Iberoquinoa Antequera darían “un golpe encima de la mesa”. Imponerse a los malagueños supondría hacerse con el liderato de grupo en solitario y completar una vuelta de competición sin conocer la derrota.
Lo único que lamenta Javi de cara a estos partidos trascendentales para el devenir de la temporada es la falta de público. “El crecimiento de la masa social y el apoyo de la ciudad era espectacular” afirma Campo, que echa de menos toda la actividad que rodeaba al club. Javi cree que “un club es su afición, su cantera y sus entrenadores, que son lo que quedan cuando pasan los jugadores” y que “la forma en que el Bathco BM Torrelavega supere estas adversidades definirá su crecimiento como entidad”.
Una visión muy clara de lo que es el club para alguien que aterrizó en el Trueba hace dos temporadas. Aunque hace casi 10 años que entrena a equipos de base, este es el primer año en el que ha dejado de compatibilizar su carrera como entrenador y como jugador. Con 25 años, todavía tiene edad para jugar. Campo admite que “a veces es durillo cuando les veo entrenar”, pero que “el rol de entrenador es el que más me gusta y cada día más”.
Así es como Javi Campo vive un día a día que suele quedar siempre en la sombra. Porque cuando se encienden las luces del Vicente Trueba y los guerreros naranjas se sumergen en el fragor de la batalla, los focos pocas veces miran hacia el banquillo. Los que lo hacen constantemente son unos jugadores conscientes de las ventajas que les otorga un cuerpo técnico tan completo. Un beneficio que no viene dado por ningún tipo de justicia divina, sino por el trabajo incansable de escuderos como Javi, Alberto y como Nacho, estoicos guardianes de #TheOrangeSquad.