Conseguir la mejor clasificación de la historia del club en una temporada en la que el presupuesto se había reducido sensiblemente dice mucho del entrenador del BM Torrelavega. El buen hacer de Diego Soto no ha pasado desapercibido para todo los seguidores de ese deporte. Incluso tiene repercusión a nivel mundial.
El preparador del BM Torrelavega ha sido invitado por la Federación de Balonmano de Méjico para recorrer el país azteca e impartir varios cursos con distintos niveles: desde iniciación hasta perfeccionamiento. Esta gira mejicana le ha llevado por cuatro ciudades distintas realizando diversas actividades.
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ctualmente, Soto está participando en su última experiencia antes de las vacaciones. Durante estos días, es el ponente principal del Curso Internacional para Entrenadores y Deportistas de Handball que impulsa la Asoc. de Handball de Nuevo León. Estas jornadas arrancaron ayer en las instalaciones de un centro de alto rendimiento. “Las sensaciones son muy positivas” comenta el técnico. ““El balonmano en este país ha experimentado una progresión notable desde mi última visita en el año 2004” concluye. Las buenas relaciones que existen entre la federación española y la mejicana hacen posible estas jornadas de convivencia y acercamiento deportivo.
En un estado en donde el fútbol es el rey, un deporte como el balonmano cada vez goza de más aceptación “Van por el buen camino, pero todavía deben iniciar ciertos procesos para conseguir cierto reconocimiento internacional” dice Soto. Ponencias y cursos como estos sirven para mejorar la preparación de los técnicos aztecas y contribuir al crecimiento de esta modalidad en Méjico.
La experiencia de Soto en el país azteca comenzó en el 4º Curso Internacional de Balonmano organizado por la Federación mejicana y celebrado en la ciudad de León Guananajuato. Entrenadores procedentes de todo el país acudieron a conocer de primera mano la manera de trabajar del técnico leonés del conjunto naranja. Chiuhahua, Sonora y Monterrey han sido otras de las ciudades visitadas por Diego Soto.
