El Balonmano Torrelavega dejó escapar dos puntos ante el BM Carabanchel. Los de Soto lograron dominar un partido muy disputado frente a uno de los equipos revelación de la temporada. Sin embargo, un colapso ofensivo local, que únicamente firmaron dos goles en los últimos 10 minutos, posibilitó la igualada de los madrileños en un final muy emocionante.
El choque comenzó con los dos equipos bastante imprecisos. Ni unos ni otros daban con la tecla para hacer fluir su juego ofensivo. Rubén Sánchez y Sergio Rodríguez fueron los desatascadores de un partido que se jugaban a muchas revoluciones por minutos. Ambos técnicos habían trabajado de lo lindo la faceta táctica y resultaba complejo sorprender a las defensas. Ante esta situación, fue el talento de Juan Muñoz el que dio las primeras ventajas a los visitantes. El central internacional se inventó dos goles de la nada que bastaron para que los de Javi Martín tomaran la iniciativa en el tanteador. Dos tantos de renta que se consolidaron en el electrónico y que obligaban a los de Soto a remar contra corriente. Más aún cuando los de Carabanchel apretaron el acelerador para dinamitar el encuentro. El tiempo muerto local no se hizo esperar.
La llamada al orden del técnico leonés refrescó las ideas locales. La entrada de Crespo en la lateral supuso un soplo de aire fresco y el cambio defensivo a un planteamiento 5 – 1 causó estragos en la ofensiva local. Así, tras verle las orejas al lobo, José Carlos Hernández logró empatar a siete con un vuelo desde el extremo. El tiempo muerto cambió de bando y el partido se abrió de nuevo. Los naranjas volvieron al 6 – 0 y lograron asfixiar al cerebro de los visitantes. La tercera diana de Edu Fernández ponía en franquicia a los cántabros después de una buena reacción colectiva. Los cántabros habían encontrado el camino y no estaban dispuestos a salirse de él. Sin embargo, gracias a Juan Muñoz, el BM Carabanchel seguía la estela local.
El partido entró en ebullición cuando un silbido desde la grada despistó a un jugador visitante que encaraba la portería. La jugada se saldó con pelota para los locales y gol al contra golpe de Vicente Benito. Tras las airadas protestas de toda la expedición madrileña, el incidente no fue a más pero mostró bien a las claras que nadie iba a regalar ni una sola pelota. El tramo final de la primera parte constató la inspiración de un Luis de Vega y lo parejos que son ambos equipos.
El segundo acto comenzó igual que el primero, con las defensas siendo las grandes dominadoras del choque. Aún cuando los de casa perdieron a Marcos Dorado, el marcador permaneció inmóvil. En parte, gracias a la inspiración de un Luis de Vega que paraba todo lo que llegaba a sus dominios. Tras los goles de Mojo y Vicente Benito, Javi Martín detuvo el partido. Habían transcurrido 6 minutos y su equipo no había sido capaz de superar al portero naranja.
El receso sentó bien al BMC, que no tardó en regresar al partido. Lo hizo gracias a un tanto de Martín Llopis y a otro de Jaime Gallardo. Dos inferioridades consecutivas en la escuadra local lastraron el despegue de los de Soto. Con las fuerzas parejas y cuando parecía que los nuestros iban a arrollar a su adversario, los visitantes demostraron por qué son uno de los equipos revelación de la temporada. A base de carácter y sin precipitarse por recuperar los cuatro goles de ventaja naranja, los de Javi Martín lograron recuperar sus opciones de victoria. Gallardo hacía el 16 – 14.
Pero los naranjas no iban a dejarse alcanzar tan fácilmente. Pepe Oliver y Maxi Cancio lograron ajustar la defensa sobre Juan Muñoz y cada recuperación suponía un contra golpe a la velocidad del rayo. En un abrir y cerrar de ojos, Carlos Pérez y Sergio Rodríguez devolvían cuatro de renta a los torrelaveguenses. El Trueba vibraba con la entrega de los suyos y se puso en pie cuando Genio González transformó en gol una acción que parecía imposible. Fieles a su estilo combativo, el BMC siguió a lo suyo y en cuanto los cántabros aflojaron mínimamente volvieron a acercarse a tres. Quedaban siete minutos y podía pasar de todo. Tras un tiempo muerto carabanchelero y un par de errores por cada bando, Barroso traía los nervios a la hinchada local. El pivote visitante pasó de héroe a villano en un par de minutos porque, dos jugadas después, fue excluido por placar a Maxi Cancio.
Aún con todo, la luz del ataque local estaba apagada. Dos faltas en ataque consecutivas dejaban el partido abierto. Quedaban tres minutos y BMC estaba a uno. El ataque local llegó al extremo y Vicente Benito forzó la expulsión de Olivares. José Carlos Hernández marcó desde los siete metros y el partido parecía resuelto. Quedaban dos minutos y los de casa vencían por dos. Sin embargo, todavía había mucho por decidir. Un gol de Llopis unido a una falta en ataque y un zambombazo de Juan Muñoz ponía la situación en empate a 21. Quedan 50 segundos y Soto pidió tiempo muerto. A pesar de que lo intentaron hasta en tres ocasiones, ni Sergio Rodríguez, ni Maxi Cancio, ni Pepe Oliver lograron encontrar una situación clara de lanzamiento. Cuando “Mojo” logró armar el brazo, la pelota llegó mansa a las manos de Rico.
Así las cosas, el BM Torrelavega vio como se escapaban dos puntos del Trueba en un partido en el que BM Carabanchel obtuvo el premio a su constancia.
FICHA TÉCNICA
Balonmano Torrelavega: Luis de Vega, Pablo San Emeterio; Carlos Pérez (2), Edu Fernández (5), Vicente Benito (2), Pepe Oliver, Sergio Crespo (1), Genio González (2), Maxi Cancio, Sergio Rodríguez (3), Ramiro Merino (1), Antón Setién (1), Marcos Dorado (1), José Carlos Hernández (3) y Nico Colunga.
BM Carabanchel: Gonzalo Arenas, Lucas Rico; Juan de Lucas, Martín Llopis (3), Julián Feijóo (1), Carlos Barroso (1), Miguel Martín-Cifuentes, Rubén Sánchez (5), Alejandro Martínez, Juan Muñoz (5), Alberto Sanz (1), Joaquín Olivares, Jaime Gallardo (4), Reda Bouyfounassen, Álvaro Arenas (2) y Cecilio Jiménez.
Parciales
2 – 1, 3 – 4, 4-7, 8 – 7, 9 – 8, 11 – 10 Descanso
12 – 10, 14 – 12, 17 – 14, 19 – 16, 20 – 18, 21 – 21 final
Árbitros: Pedro José Amigo y Javier Espadas García (C.A. Castilla la Mancha)