A pesar de que tan solo se han disputado dos jornadas de liga, el Balonmano Torrelavega ya tiene partidos señalados con el rotulador rojo. El de mañana en Gerona, contra el Handbol Bordils, es uno de ellos. Un partido señalado por técnicos y jugadores, llamado a marcar el rumbo del inicio liguero del conjunto cántabro.
Ganar en cancha ajena supondría dar un paso al frente para que el inicio de campaña se acerque cada vez más a lo que los responsables deportivos de la entidad habían imaginado. Además inyectaría una dosis de confianza a un equipo que, hasta la fecha, solo tiene un punto en su casillero.
Después de desperdiciar una ventaja franca en Barakaldo y dejar escapar un punto frente al Academia Octavio, los torrelaveguenses aspiran a conseguir el primer triunfo del curso. Las sensaciones son buenas pero los resultados deben acompañar para que el conjunto cántabro no quede descolgado.
La buena noticia para Diego Soto es el regreso de Joaquín Marcos. El lateral todavía arrastra alguna molestia de la operación en la mano a la que se sometió al final del curso pasado. Tras dos partidos de ausencia, el jugador santanderino tendrá sus primeros minutos de la temporada frente al conjunto catalán.
La expedición torrelaveguense se desplazará en autocar hasta la comunidad catalana. Allí les espera un pabellón lleno hasta la bandera y un ambiente hostil. Bordils es una localidad pequeña en la que el balonmano se vive con mucha intensidad. Además, los de Pau Campos vienen de ganar al Solía Chapela por un solo gol de diferencia por lo que llegan el choque con la moral por las nubes.
El partido arranca a las 20:00 horas y lo dirigirán los colegiados Sebastián Fernández y Alberto Murillo, del comité arbitral andaluz.