Un solo partido separa al Balonmano Torrelavega de las vacaciones de Semana Santa. 60 minutos de juego previos a 21 días sin competir. Demasiado tiempo para darle vueltas a una nueva derrota. Excesivas jornadas para preguntarse qué le ocurre al equipo. Por eso el partido de mañana frente al Juanfersa Gijón es de esos que gusta a los jugadores comprometidos. Un choque frente a un gran rival con mucho en juego. Un encuentro en el que la personalidad y el carácter tienen mucho que decir.
Para evitar que las dudas se instalen en los vestuarios del Vicente Trueba, los cántabros pondrán toda la carne en el asador para intentar derrotar a uno de los equipos más potentes de la competición. Una victoria frente al Juanfersa Gijón espantaría cualquier fantasma posible y reafirmaría la gran temporada que está haciendo el conjunto de Torrelavega. ES más, ganar a los asturianos el sábado supone meterse de lleno de nuevo en la pelea por disputar, dentro de unos meses, las eliminatorias por el ascenso.
Dada la entidad del rival, encajar la cuarta derrota de forma consecutiva no sería descabellado pero ni siquiera pasa por la cabeza de los Guerreros Naranjas. El único jugador descartado es Guillermo Barbón. La fisura que padece en la mano derecha privará al extremo asturiano de enfrentarse a sus paisanos. El resto, en mejores o peores condiciones, se vestirán de corto.
En el partido de la primera vuelta, los cántabros cayeron en el pabellón de La Arena por 4, 28 a 24. En aquel encuentro, los nuestros demostraron que les sobra coraje para hacer frente a cualquier conjunto de esta liga.
Marcos Pérez y Pablo García dirigirán un partido que comenzará a las 18:30 horas en el Vicente Trueba.